jueves, 29 de octubre de 2015

El que la hace, la paga.

El nombre de este blog está inspirado en los mensajes que uno de los docentes del máster de investigación que cursamos nos transmitía con frecuencia en sus clases: la ciencia está corrupta.

Decía que son habituales todo tipo de argucias y artimañas por parte de los "científicos". Y que este proceder respondía a la necesidad de alcanzar objetivos personales, como aumentar su currículum, escalar puestos en la organización que les cobija, etc.

Ahí nos encontrábamos poco más de 20 alumnos a los que les acababan de "robar a su dios". Y proseguía:


Olvidaos del investigador de bata blanca, nívea e impoluta, que investiga (y publica) con el único afán de servir a la sociedad, nos dijo.


Ese ser supraterrenal, incorruptible y abnegado no existía, según nuestro profesor. Ahora la ciencia no era otra cosa que un producto de un mundo capitalista centrado en la eficiencia (más producto con menos inversión). Los científicos ya no investigaban sólos en un laboratorio, recluidos, alejados de toda distracción superflua. Ahora lo hacían en equipos. Y ese trabajo en grupo se plasma en la autoría de los papers publicados. El récord, nada menos que 5154 autores (Nota: no sirva este artículo como ejemplo de mala ciencia).

¿Y qué es lo que ha corrompido a la ciencia?

Las prácticas Inglourious1. Hacer figurar autores que no lo son, y omitir a otros que sí. Plagio y auto-plagio. Falsear datos, inventarlos o, incluso, torturarlos hasta que confiesen. Trocear los resultados para conseguir más rédito. Esconder aquello que no interesa al investigador o a su mecenas. Y un largo etcétera.

Pero, si esto es así, ¿en qué podemos creer? ¿Estamos a merced de científicos de batas (y almas) negras carentes de responsabilidad hacia la sociedad que ha depositado su confianza en ellos?

...

Hoy quiero introduciros un par de MeSH Terms muy interesantes, desde un punto de vista de la curiosidad, pero imprescindibles desde el punto de vista de quien realiza una revisión bibliográfica (o sistemática).
  • Retraction of Publication [Publication Type]
    • Declaración publicada por uno o más autores de un artículo o un libro, retirando o desautorizando su participación en la realización de una investigación o registro escrito de los resultados de su estudio. La retractación es enviada al editor de la publicación en el que aparece el artículo y se publica con el rotulo de "retractación" o en forma de carta, fácil de ser identificada por el indizador. Este tipo de publicación designa a la declaración del autor de la retractación; debería diferenciarse de Retracted Publication que designa a la publicación retractada.
    • Resultados: 4162 artículos
  • Retracted Publication [Publication Type]

    • Designación de un artículo o libro como retractado, en su totalidad o en una parte, por un autor o autores o un representante autorizado. El autor identifica una cita previamente publicada y ahora retractada a través de una publicación formal del autor, editor u otro agente autorizado y se distingue de Retraction of Publication, que identifica la cita de la retractación del elemento original publicado.
    • Resultados: 3995 artículos
Analicemos un poco más este último, que hace referencia a los artículos retractados. Entre el año 2000 y 2015 las revistas indexadas se retractan de un total de 3182 artículos, a una media de 122 por año (59-317). Está claro que retractarse es algo más habitual en los últimos años. Bien porque la cantidad de artículos publicados al año ha crecido de manera exponencial (que así es), o bien porque la detección de malos papers es más fácil ahora que antaño.

Papers retractados por año (1969-2015)

Sea como fuere, me pica la curiosidad ¿qué aspecto tiene un artículo del que la revista se ha retractado? Pues con un ejemplo se ve mejor. Pero no cualquier ejemplo. Uno mediático.

Wakefield AJ et al. "RETRACTED: Ileal-lymphoid-nodular hyperplasia, non-specific colitis, and pervasive developmental disorder in children." The Lancet 351.9103 (1998): 637-641.

El artículo, tristemente famoso, que relacionaba la vacuna triple vírica con el autismo. En términos llanos "un auténtico golel que le colaron a The Lancet. Publicado en 1998, la revista se retractó parcialmente en 2004 (de la interpretación) y totalmente en 2010.


Si bien pasaron 6 años hasta la primera reacción, el que la hace, la paga. Ahora ya podemos volver a creer en la ciencia... o no, porque creer en la ciencia es profundamente anticientífico ;)


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1. Inglourious: vergonzosoignominioso.


2 comentarios:

  1. Bien cierto es que él que la hace la paga ... como por ejemplo el caso del Dr. Paul Thorsen, que se encuentra en Búsqueda y Captura en EEUU por por quedarse el dinero para los estudios médicos que le fueron encargados.

    Entre estos estudios se encuentra uno publicado en el año 2003, grandemente aclamado por la clase científica, que ha sido y sigue siendo citado por otr@ much@s investigadores como la PRUEBA DEFINITIVA.

    A fecha 2016, se sabe que no parece que lo hiciera de verdad, ya que un nuevo estudio con la misma base de datos llevado a cabo en el 2013 mostraba exactamente, lo OPUESTO.

    Por cierto.... ¿Habeis revisado lo ocurrido con el Dr. Wakefield durante el año 2015?

    El investigador británico Andrew Wakefield, ha sido exonerado completamente por la Justicia del Reino Unido. (Febrero de 2015)
    La Corte británica descarta cualquier condena sobre los estudios que relacionaron efectos secundarios de las vacunas como los trastornos intestinales y con autismo en 1998: Andrew Wakefield, CoAutor del mismo, es exonerado completamente.

    (Tal vez, como sólo está publicado en inglés, no habeis podido escuchar la noticia en la tele o radio, ni leerla en los periódicos oficiales)

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    1. Estimado anónimo.

      Gracias por su comentario. Imagino que al leer la entrada de este blog, habrá notado que el artículo de Wakefield sirve para ejemplificar la mala ciencia (que se escribe tanto en inglés como en otros idiomas, por cierto) y cómo una revista se autocorrige cuando detecta un fraude.

      La intención, no era, por tanto, hacer un seguimiento de la pretendida relación "triple vírica<->autismo", ni tampoco del señor Wakefield y su destino particular.

      Tome esto como una sugerencia tan sólo. Cuando se hacen afirmaciones o comentarios, es de agradecer enlaces o referencias que el lector pueda seguir para ampliar (o verificar) lo que se expone. Aún siendo en inglés, tenga por seguro que la mayoría de los interesados en ciencia no encontrará dificultades para su lectura.

      Un saludo.

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